viernes, 24 de agosto de 2007

Inversores extranjeros se fijan de nuevo en la antigua MRT

La minería onubense resurge de sus cenizas después de varios años de profunda crisis por la caída del precio del cobre. La situación ha cambiado y ahora la cotización del mineral ha alcanzado cotas históricas. A los tímidos intentos de algunas empresas hace unos años por reiniciar la actividad minera en la provincia de Huelva se ha sumado ahora Emed Mining, compañía británica que está interesa en adquirir la antigua MRT, en manos de Mantesur, y reabrir las minas de Cerro Colorado y Salomón. El proyecto minero se uniría así a otros, ya en marcha, como el de Aguas Teñidas.

Mantesur Andévalo, que compró en subasta las instalaciones de MRT, ya mostró en su día su interés por reabrir la línea de cobre, pero la Junta de Andalucía no le concedió la autorización necesaria hasta que la empresa no acreditase el cumplimiento de todos los requisitos legales para el inicio de la actividad minera. Tras Mantesur se encontraba la compañía suiza Shorthorn Limited, dispuesta a comprar todo el concentrado de cobre extraíble, para lo que financió el proceso de reapertura de la mina. Años después, Shorthorn presentaría una querella criminal contra los directivos de Mantesur como presuntos autores de un delito de estafa procesal y apropiación indebida después de la empresa helvética hubiera entregado hasta doce millones de euros, que no ha vuelto a ver.

La extinta MRT tiene ahora nuevo pretendiente, Emed Mining, que estaría dispuesto a pagar hasta cerca de 75 millones de euros por el cien por cien del capital a sus actuales propietarios. Por el momento la operación no es segura, ya que los directivos de la firma anglosajona aseguran que aún quedar por cerrar varios flecos.

La intención de Emed Mining es adquirir en primer lugar el 51 por ciento de las acciones por unos 26 millones de euros, una cifra en la que se incluiría la deuda contraída, así como otras obligaciones, y después hacerse con el 49 por ciento restante en cuatro años.

La operación de compra tiene por objetivo reabrir la mina de Riotinto, para lo que se ha constituido Emed Tartessus, como filial, según ha señalado el director general de la empresa Aristidis Anagnostaras-Adams.

La compañía inglesa se encuentra en la actualidad en negociaciones con los propietarios la compra de los activos mineros, así como en vías de solucionar algunos problemas legales y económicos del pasado. El reinicio de la actividad minera necesita de los permisos de las administraciones competentes en la materia, pero la idea de la compañía es abrir la mina el próximo año y mantenerla en activo durante unos veinte. Hasta conseguir la autorización, Emed Mining prevé una inversión inicial de alrededor de los 10 millones de euros y durante los próximos cinco la inversión estaría en torno a los 90 millones. La puesta a punto de las instalaciones ocuparía a 200 personas y la reapertura de la explotación a 350. A partir del segundo o tercer año del reinicio de la actividad el empleo podría alcanzar a 450 personas.

La idea de la compañía es reiniciar las actividades que se suspendieron en el año 2000 en la zona denominada Cerro Colorado. Para ello se basan en datos elaborados por expertos internacionales que garantizan un horizonte de rentabilidad de entre 15 y 20 años.

Los resultados del estudio indican que la actividad minera podría empezar con una producción de 27.000 toneladas de mineral por año, y que con el tiempo podría alcanzar las 40.000 toneladas de cobre por año (83% del máximo histórico de esta mina), una de las condiciones para que el proyecto sea viable. Los ingresos anuales previstos se cifran en 70 millones de euros anuales, pero están en función del precio del cobre y sus oscilaciones.
La mina contiene ‘in situ’ alrededor de 1,2 millones de toneladas de recursos minerales, según estudios avalados por expertos geólogos internacionales, lo que garantizaría un futuro de explotación superior a los 20 años.
En mayo de 2007, se le concedió a Emed Mining la posibilidad de adquirir el denominado Proyecto de Río Tinto (PRT), que incluye la mina de cobre y planta procesadora. Los recursos comprenden los derechos al mineral que se encuentra en las principales propiedades, que tienen un área de 20 kilómetros cuadrados así como otras licencias de explotación en la zona, sumando un total de 36 kilómetros cuadrados.