domingo, 12 de agosto de 2012

Santa Marina 2012 en El Villar

El pasado fin de semana (del 31 de Julio al 5 de Agosto de 2.012) se celebró la tradicional fiesta en honor a Santa Marina en la legendaria aldea zalameña de El Villar. Concluyó el festejo tal como lo anunciaba el programa y con un buen grado de éxito. La gente se ha divertido y no ha habido ningún signo negativo digno de resaltar. A pesar de los tiempos estrechos que padecemos, (con mayor agudeza en ésta comarca minera) los Mayordomos de este año, José y Santo, han dado brillo y esplendor a los acontecimientos festivos.- Vayan para ellos mis felicitaciones y el reconocimiento por la excelente manera que han cumplido con la tradición villareja.

Los antecedentes de Santa Marina como Patrona de El Villar, se remontan a los viejos tiempos de la Reconquista, entre los siglos XIII y XIV, (la derruida Capilla de la Santísima Trinidad y la Ermita de Extramuros son la pista más fiable de esta tesis, aunque la fecha exacta la desconocemos. Sí que por de un viejo documento nos consta, que en el año de 1.425 ya se menciona a la cofradía de la Aldea. En el referido documento se habla de las Ermitas y la relación que tenían entre si las siguientes comunidades: Santa María de Ureña de Zalamea la Real, Virgen de España de Beas, Virgen de Coronada de Calañas y Santa Marina de El Villar.

La adopción tanto de la Patrona, como el nombre de la Aldea, se lo debemos a las oleadas repobladoras castellanas que irradiaron estos parajes reconquistados.

A parte de creer o no en la cuestión religiosa, (que cada cual se haga su particular idea) si me parece interesante mantener estos ritos, hábitos y tradiciones, que han servido para unir lazos fraternales, o sociales entre las distintas generaciones que nos precedieron. La gente de El Villar, siempre fue muy devota de ésta Santa.

La fiesta comienza con los inicios de la Novena. Sin lugar a dudas, todo gira alrededor de los actos programados lúdicos-religiosos: Música, baile atracciones para los niños, novena, diana, procesiones, reuniones de amigos y familiares etc. La Aldea hoy en la actualidad solo cuenta con un censo de 100 habitantes aproximadamente, pero llegado los días festivos de Santa Marina vuelven los que están ausentes y mucha gente que no son villarejos también les llama la curiosidad de presenciar estos rituales.

Este año, el viernes por la noche nos ha deleitado con sus cantes “José Manuel El Mani” y en días posteriores otros intérpretes de Huelva y Calañas. La actuación de “El Mani” reclutó en la aldea más de un millar de personas, fue un momento apoteósico nunca vivido en ésta localidad.

Un detalle digno de elogio es el del Ayuntamiento.- Una cuadrilla de operarios monta el escenario y la carpa en la calle de la Plaza; buen acierto, es el mejor lugar para reunirse (el salón social para otras cosas). Buena labor también las de unos operarios municipales, que el domingo por la mañana, cuidadosamente limpiaron los restos de suciedad que feamente se esparcen por el suelo. Muy bien Señor Alcalde. 


Muy buena la actuación de la Bandade Música de la Zarza, ellos en El Villar como siempre, son muy bien recibidos.- El agradecimiento es recíproco; me consta.

La Novena en honor a La Santa Patrona se ha desarrollado como siempre, con solemnidad y fervor. Todos los días los fieles han sido asistidos por la presencia espiritual del Párroco D. Manuel Cirilo (hombre sencillo de buen aprecio en la Aldea).- Se han cantado coplas tradicionales, canticos de reminiscencias gregorianas que se conservan intactos en El Villar. También se han entonado todos los días las coplas del Santo Rosario al término de la Novena.

En la Misa del domingo, el Templo estaba a rebosar (previo al acto Procesional), el Párroco en la homilía dio un repaso a la biografía de Santa Marina y nos invito a seguir el ejemplo de ésta Santa y Mártir.

Es notoria la destacada actuación del Coro Parroquial de Zalamea, dirigida por los hermanos músicos profesionales Esperanza y Bruno Perea. A estos dos hermanos con linaje villarejo, (por su abuelo Bruno) me une una buena amistad; pero sobre todo les felicito por el trabajo tan difícil que realizan en pro a la cultura musical. Extraordinarias estas voces corales.

En la Procesión del Santo Rosario, el domingo por la noche, La Santa Patrona a hombros de los hermanos, visita casa por casa como ya es tradicional; con esta visita, la Patrona digamos bendice, llena de gracia y alegría los hogares villarejos. Ésta Procesión nocturna, tiene unas remembranzas muy particulares, todos los asistentes al cortejo procesional van portando en su mano una vela encendida, cosa que realza el acto y les da una luminosidad singular.

Al llegar la Procesión a la Calle de La Plaza, el Paso se detiene y desde el porche de la Iglesia un grupo de vecinos entonan unos antiguos Canticos Lauretanos.- En ese preciso momento se propaga un clamoroso silencio entre el gentío, para escuchar los sones gregorianos. Después, el cortejo continúa calle abajo con su itinerario, acompañado de una gran muchedumbre y al son de las Marchas procesionales que entona la Banda de Música. Mucha gente se emociona sin lugar a dudas, les traen recuerdos de familiares que vivieron estas mismas experiencias y ya no existen.

Pero hay un momento especialmente digno de resaltar y que llama poderosamente la atención de los visitantes. Es en la Calle de Abajo al paso de la Procesión nocturna, donde surge de repente un aparatoso tiroteo (disparos de escopetas de fogueos) desde la ventana del doblado de una casa. Todas las miradas se enfocan al referido balconcillo donde asoman los cañones y el fogonazo que producen en cada disparo al aire. Hay un momento de armonía, mezclado con olor a pólvora quemada, el sonido de la música, las miradas y los fieles protegiéndose los oídos por los estruendosos disparos, de forma ensordecedora que sin cesar no paran. Es una vieja tradición villareja.- Lo hacen para espantar los malos espíritus; ese es fundamento de esta vieja usanza. Estos mismos tiradores, se trasladan después al campanario de la torre y desde allí continúan disparando sin cesar, con el mismo afán disuasorio, casi hasta que el Paso Procesional se introduce en el Templo. Muy singular este acontecimiento villarejo.

Ya al término de la procesión, la Santa entra de nuevo en el templo y es despedida con vítores de ¡Viva Santa Marina! Y a los sones del Himno Nacional. Finalmente se celebra la última sesión de la Novena, se entonan las Coplas en su honor y así termina la festividad.

Historias de El Villar 2.012
Emilio Gómez Calvo.