viernes, 10 de marzo de 2017

¿Capataz de mi Nazareno? tarea ardua y difícil la que se me encomienda


El sueño de un niño que nace en el seno de una familia católica, practicante y amante de todas las tradiciones de nuestra tierra, y de entre ellas, de nuestra peculiar y única Semana de Pasión.

Un niño que siguiendo los pasos de su hermano mayor, empieza a introducirse en los quehaceres, preparativos y montaje de nuestros desfiles procesionales. Ayudando en lo que su corta edad le permite…. Un niño que recuerda como abría claveles, pasaba herramientas, bajo las órdenes de los mayores.

Un niño que con el paso de los años quería imitar a sus ídolos, aquellos hombres fornidos que en sus hombros portaban a nuestros titulares por las calles del pueblo, un niño con inquietudes cofrades, con sueños de costaleros, de capataces... Un niño que hasta ahora, había pasado de llevar una pequeña vela a portar un cirio. Un pasito más, poco a poco... pero “siempre de frente “.

Este niño que ya se va haciendo mayor y que sale de su pueblo para cursar estudios en un colegio religioso situado en un pueblo con tradición y solera costalera... es aquí, donde empieza a tener los primeros contactos con el mundo del costal, con la música cofrade... Asiste como observador a ensayos, funciones principales, conciertos, besamanos... pasan algunos años y este niño, ya adolescente asiste a un cuadre, y empieza su primer ensayo, los nervios a flor de piel, puesto que ve un sueño a punto de cumplirse, su primera salida como costalero y a partir de esta, otras muchas, hasta llegar a la gloria de pisar las calles de Sevilla bajo las trabajaderas... “la gloria misma”.

Aquella junta a la que de pequeño ayudó, cuenta con él para integrante de la misma, y no pasado mucho tiempo ponen al alcance de su mano, el seguir cumpliendo aquellos sueños de la niñez... Le ofrecen la posibilidad de formar la primera cuadrilla de costaleros Zalameños , capataz de su Nazareno. ¿Capataz de mi Nazareno? Gran honor para mí, tarea ardua y difícil la que se me encomienda, pero que gran verdad es que “Sarna con gusto no pica”.

De esta etapa de mi vida cofrade como capataz, me llevo muchas horas de trabajo recompensadas con muchas satisfacciones, pero lo más importante para mí, es el grupo humano que se formó, amigos que después de casi 25 años cuando se reúnen les encanta recordar aquellos tiempos, las anécdotas (que tenemos para escribir un libro), se siguen gastando bromas, parece que estamos a punto de empezar a hacernos la ropa para ensayar de nuevo.

Fuisteis la semilla costalera que ha producido su fruto en vuestros propios hijos y familiares, a los que sólo puedo deciros de corazón...”Mil gracias artistas”.

Este niño, que a sus 45 años sigue disfrutando con todo lo relacionado con el mundo cofrade, que sigue soñando con penitentes de negro enlutado, con chicotás Nazarenas en el jardín y con silencios de Sangre por su plaza Talero, da las gracias a todos y cada uno que le ayudasteis a hacerlos realidad.

SUEÑA UN NIÑO ZALAMEÑO
CON NEGRAS FAJAS
Y COSTALES AÑEJOS.

SUEÑA UN NIÑO ZALAMEÑO
CON CAPIROTE ENLUTADO
Y AROMAS A INCIENSO.

SUEÑA UN NIÑO ZALAMEÑO
CON VIASACRA CENTENARIA
Y CON ROSCAS CON HUEVO.

SUEÑA UN NIÑO HECHO HOMBRE
CON CINCHO DE ESPARTO
Y CANTOS DE ENCUENTRO.

SUEÑA UN NIÑO HECHO HOMBRE
QUE CON MARTILLO DE PLATA 
CON SONES FRAGUEROS 
UNA PLEGARIA NAZARENA 
VUELE HASTA LAS PUERTAS DEL CIELO.

Carlos Márquez Iáñez 

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