jueves, 14 de febrero de 2013

Y LLEGÓ

Y llegó la Cuaresma tan esperada para tantos cofrades, y no menos para los cofrades Zalameños. Miércoles 13 de febrero, hoy, comienzo de la Cuaresma de 2013, comienzan los cuarenta días más esperados por el cofrade, y los cuarenta y tres días para que se abran las puertas de Zalamea, de su templo, y comiencen a desfilar nazarenos que acompañen a Nuestro Padre y Señor Nazareno sin su cruz acuesta para mostrarse Cautivo ante su pueblo.
Cada año somos muchos los que esperamos estas fechas, estos cuarenta días que mutan el comportamiento de muchos, hasta a los más tranquilos el nerviosismo les invade, una hiperactividad cofrade en la vida de un pueblo.
Cuarenta días quedan para que muchas borriquitas crucen el dintel de sus iglesias, cuarenta y tres para que se abran las puertas de nuestra iglesia serrana y no se vuelvan a cerrar hasta que el Señor busque en Soledad el Sepulcro hacia el cual caminaremos todos los hombres en la noche de nuestro Viernes Santo.
Todo para el “capillita” tendrá durante cuarenta días olor a incienso, música de cornetas y tambores, andares racheados, torrijas y pestiños… todo será muy distinto durante lo que será, el preludio a la Semana Santa.
Con la imposición de la Ceniza se inician las “igualá” de las cuadrillas de hermanos costaleros, los ensayos, las comidas… un sinfín de actividades que van copando la agenda de muchos de los que sentimos y vivimos de forma muy intensa la Cuaresma, pero sobre todo comienza algo muy importante para el zalameño y la zalameña, los Viernes de Cautivo. Ese río de devoción que desemboca cada Viernes de Cuaresma en la Mayor Zalameña, dónde Cautivo se encuentra Él, dónde su pueblo va a verlo fiel a una tradición.
Todo zalameño sabe que Zalamea en Cuaresma es sinónimo de Pasión. La Pasión de Cristo vivida desde una perspectiva muy singular.
Ya ha comenzado la cuenta atrás, disfrutemos cada uno de estos hermosos cuarenta días, recordemos nuestra infancia, esos recuerdos tan bellos que todos tenemos de estas fechas, y compartamos con los que nos rodean nuestras sensaciones, vivencias y creencias, y sigamos andando este camino, escribiendo la historia que en un futuro volveremos a recordar…
Por Daniel Guerrero.