miércoles, 12 de enero de 2011

Caballero en el campo y el banquillo

Tras la marcha de Juanma, habría que reflexionar sobre las causas por la que una “institución viva del Zalamea CF”, se ha visto obligado a presentar su dimisión. Un hombre que, tras lograr grandes éxitos como profesional del fútbol, ha marcado toda una época en el equipo zalameño.

En la Temporada 05/06 Juanma jugó su última temporada en el Zalamea C. F., consiguiendo la permanencia del equipo en la categoría de Regional Preferente. Un año más tarde, después de la dimisión de Idelfonso Falcón a mediados de temporada, se apuesta por él como nuevo entrenador del Zalamea C. F. hasta el final de la temporada. De esta manera comenzó su primera etapa en el banquillo zalameño. Al año siguiente se quiso contar con él en el banquillo, pero debido a incompatibilidades con el trabajo, tuvo que suplirlo Esteban. Una etapa corta, ya que a mediados de temporada el club decide prescindir de Esteban y se piensa de nuevo en Juanma.

Desde este año, 2008, Juanma se hace con las riendas de un club que no vivía sus mejores momentos; un cambio generacional y la falta de arraigo, eran dos de los inconvenientes que se encontró en el vestuario, y supo reconducir la situación para confeccionar la plantilla que hoy en día tiene el club, y de la que tanto presume la afición. Una etapa y un año, donde había depositadas muchas ilusiones para lograr el ascenso. Hay que decirlo claramente, el Zalamea actual cuenta con una de las mejores plantillas de la categoría y conociendo la personalidad competitiva de esta y su entrenador, se antoja difícil escrudiñar los motivos de la ruptura.

El fútbol hay que tomárselo como tal, una práctica deportiva que lleva a un grupo de personas a competir de forma lícita con un balón. En el caso que nos atañe, lejos del profesionalismo, prevalece la afición y el sentimiento a unos colores. Hay que significar, que este año, al igual que el anterior, la plantilla está confeccionada por un grupo de amigos; una unión que se prolonga más allá de los terrenos de juego, y baza más que substancial para enfrentarse a cualquier contrincante.

Con todo a favor para lograr el objetivo, la situación se había complicado de forma incomprensible y lo que parecía un proyecto serio y consolidado ha tenido el peor de los desenlaces. Habría que buscar las causas, pero a estas alturas ya no tiene importancia; esta tarea se tenía que haber resuelto antes y en el vestuario, porque lejos de metas deportivas debería haber prevalecido las relaciones personales, y aquí son culpables todos.

Juanma así lo ha entendido, y ha dimitido como entrenador por el bien del club. Ya habrá tiempo para reflexionar sobre el asunto, pero ahora cabe enderezar la situación y concluir la temporada de forma digna.

Jesús García
Socio nº 38 del Zalamea CF