En primer lugar, y aunque a algunas y algunos ciudadanos les suene mi nombre, por la lucha de más de dos años y medio de duración que tenemos vecinos y vecinas del barrio de Las Crucecitas, contra algunos altos cargos del Ayuntamiento de Zalamea la Real, por seguir permitiendo que continúen ubicadas dos estaciones de telefonía y una antena WIFI Municipal junto a nuestras viviendas. “En este caso concreto les hablaré como PADRE de una niña de 6 años de edad”, alumna del colegio público “SAN VICENTE MARTIR” de Zalamea la Real, sito en la provincia de Huelva.
Hace unos meses, recibí una llamada telefónica
de un vecino del pueblo, el cual me comentó que había oído decir que yo menosprecié mediante comentarios despreciables, a un alumno también del mencionado colegio, asunto que le desmentí al no ser cierto (no dándole entonces por mi parte ni por la suya, la importancia que hoy ha llegado a tener el asunto).
Poco tiempo después, casi tengo un enfrentamiento en la misma puerta de la casa de mis padres, con el padre de otro niño, que por su edad está en el mismo aula que mi hija, ya que el padre me vino “de muy malas maneras” alegando que yo había hablado mal de su hijo, “porque se lo había dicho una mujer”, sin querer decirme el nombre de la mujer que había levantado semejante calumnia, o simplemente ponerla delante de los dos para que pudiese comprobar “que era ella la que mentía”.
Hace unos 15 días, un amigo mío de El Campillo que trabaja para la empresa RIO TINTO FRUIT S.A., me dijo que, estando en el campo recolectando naranjas había oído un rumor de que yo había menospreciado en este caso a una niña también del mismo colegio, “aconsejándome al mismo tiempo de que no le diera importancia”, ya que él estaba seguro de que yo soy incapaz de hacer tal cosa.
Pero ayer día 19 de febrero de 2014, “cayó la gota que colmó el vaso”, ya que a otra madre de otro niño, en este caso mayor que mi hija, le habían dicho que yo no quería que mi hija se relacionase con su hijo, alegando supuestamente que “no vaya a ser que se le pegue a mi hija las deficiencias o manías que el alumno pudiese tener”. En este caso, TAMPOCO me quiso decir la madre quién era la autora de tan cobarde calumnia.
Y ES POR LO QUE SOLICITO A TODA LA CIUDADANÍA “que realmente sepa a ciencia cierta quién o quienes están levantando esas calumnias”, se pongan en contacto conmigo en privado, para posteriormente hablar con esas personas, y de ese modo, puedan explicarme que les ha llevado a hacer un acto tan MEZQUINO, DESPRECIABLE, MISERABLE, en definitiva RUIN.
En Zalamea la Real, a 20 de febrero de 2015.