Con frases como "El romero debe ser mejor persona cada día" o con alusiones especiales a vivencias muy internas y profundas juntos a sus familiares que quisieron compartir con el público zalameño.
Las vivencias narradas literalmente fueron "una de cal y otra de arena"; no faltaron las lágrimas entre el público y a la misma vez las risas con expresiones como "... y por la mañana nos despertaban los sonidos de platos, cuchillos y platos apilados de la juerga de la noche anterior..."
A todo este sin fin de peculiaridades no pudo faltar la marca de la casa, EL CANTE.
¿En un acto no iban a cantar "las Ballesteros"?
Por último el agradecer a los mayordomos la invitación y destacar el cariño mostrado por el pueblo cuando Juan José se acercó al atril, que se vio superado por el cariño de su pueblo.
Que como él dijo: Viva El Romerito!
Con la colaboración especial de Mª Dolores León Ballesteros
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