El Carnaval de Huelva tiene un pregonero de excepción, el humorista zalameño Marcos Arizmendi, que se ha tomado su designación como un acto de responsabilidad para hacer reir a todos en momentos de crisis como los actuales. Marcos espera que la risa inunde la vida de los onubenses estos días. - ¿Qué sintió cuando le comunicaron que era pregonero del Carnaval Colombino 2009?
- Me cogió totalmente desprevenido la llamada de Juan Antonio Quintero. Estaba preparando una actuación en Granada, y al principio no lo asimilé. Una vez iba pasando el tiempo para la actuación fui tomando conciencia y me puse nervioso, al afrontar por primera vez en mi vida un pregón de Carnaval. Parece irónico que dedicándome al humor no hubiera hecho algo parecido, pero es cierto, y estoy muy orgulloso de que me hayan elegido para esto. Es una gran responsabilidad.
- Toda una vida dedicada al humor y haciendo reír. ¿En qué es diferente un pregón de un humorista?
- Pues la verdad es que no lo sé. He intentado hacer un pregón muy ameno y divertido, en el que el público se ría hasta de su sombra, pero también he querido tener momentos serios en los que recordar a todos los que han pasado por el Colombino y los que están ahora, y tanto han hecho por este carnaval. Es un pregón en el que quiero que la gente se ría mucho.
- ¿Cómo será la noche del 20 de febrero en la Casa Colón?
- Aún no lo sé. Sólo sé que la gente se va a reír mucho; Huelva se reirá del pregón. Al menos eso pretendo. Quiero que la gente conozca un poco más el Carnaval Colombino y su historia, pero sobre todo, que se divierta y más en los momentos que corren.
- Me cogió totalmente desprevenido la llamada de Juan Antonio Quintero. Estaba preparando una actuación en Granada, y al principio no lo asimilé. Una vez iba pasando el tiempo para la actuación fui tomando conciencia y me puse nervioso, al afrontar por primera vez en mi vida un pregón de Carnaval. Parece irónico que dedicándome al humor no hubiera hecho algo parecido, pero es cierto, y estoy muy orgulloso de que me hayan elegido para esto. Es una gran responsabilidad.
- Toda una vida dedicada al humor y haciendo reír. ¿En qué es diferente un pregón de un humorista?
- Pues la verdad es que no lo sé. He intentado hacer un pregón muy ameno y divertido, en el que el público se ría hasta de su sombra, pero también he querido tener momentos serios en los que recordar a todos los que han pasado por el Colombino y los que están ahora, y tanto han hecho por este carnaval. Es un pregón en el que quiero que la gente se ría mucho.
- ¿Cómo será la noche del 20 de febrero en la Casa Colón?
- Aún no lo sé. Sólo sé que la gente se va a reír mucho; Huelva se reirá del pregón. Al menos eso pretendo. Quiero que la gente conozca un poco más el Carnaval Colombino y su historia, pero sobre todo, que se divierta y más en los momentos que corren.