Investigadores de la Universidad de Sevilla y del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología (IRNASE) del CSIC han comprobado la eficacia del brezo de Andévalo, una planta endémica de la provincia de Huelva y del Alentejo portugués, en la recuperación de suelos contaminados por metales pesados.
El grupo de la Facultad de Biología de la Hispalense, liderado por el catedrático Benito Valdés, ha validado este modelo de recuperación natural y ampliarán los estudios en la cuenca del río Odiel y zonas de Riotinto, y en áreas mineras del bajo Alentejo, en Portugal. Los investigadores, dirigidos por la doctora Sabina Rossini Oliva, realizaron estudios de microscopía de barrido (SEM) en modalidad crío en diferentes muestras de campo, según ha informado Andalucía Investiga.
De este modo, el equipo localizó y cuantificó la distribución de los distintos elementos químicos en hojas, tallos y raíces. Los análisis revelaron que el brezo del Andévalo es una especie que se adapta a la sequía y al estrés hídrico; que no tiene mecanismos de compartimentación para el cobre.
Asimismo, es capaz de bloquear el plomo y el hierro a nivel radical evitando así sus efectos tóxicos en la planta, "es decir: se trata de una especie apta para revegetar suelo contaminado", ha asegurado la investigadora.
Estos resultados forman parte de los proyectos de investigación Mecanismos de Resistencia a Metales Pesados en especies significativas de la Cuenca Minera de Riotinto, financiado por la Fundación Ramón Areces; y Efectos de la perturbaciones antrópicas en una especie endémica amenazada (Erica andevalensis): mecanismos de resistencia frente a metales e implicaciones en su conservación, del Ministerio de Educación y Ciencia.