Tras una tarde tormentosa y desapacible, la noche abrió para lucir su cara más encantadora al Rosario, que peregrinó por las calles bajo un manto de estrellas en la madrugada zalameña.
A falta del último sábado de octubre, El Rosario zalameño fue fiel a su cita para comenzar su itinerario a media noche desde el Hogar del Pensionista. Desde este punto partió la comitiva para realizar el itinerario marcado en la noche de ayer. Caminata sosegada y placida que se alargó hasta cerca de la 04:00 de la madrugada.
Alegre me ando paseando dándole gusto a la vida, si te despierto cantando vuélvete a quedar dormida. No vengo a que te levantes ni a que perturbes tu cama, tan solo vengo a decirte que El Rosario pasará junto a tu ventana.
Alegre me ando paseando dándole gusto a la vida, si te despierto cantando vuélvete a quedar dormida. No vengo a que te levantes ni a que perturbes tu cama, tan solo vengo a decirte que El Rosario pasará junto a tu ventana.