Era una tradición y algo habitual, pero desapareció. Era una costumbre, un pasatiempo y un juego, pero se extinguió. Ya no se juega al toro. No se ven niños jugando al toro. Es de otra época. Se verían como niños raros.De visita ayer por la tarde en El Villar una expresión junto a la Peana de la entrada captó mi atención, y no pude evitar interesarme por el grupito de niños/as que se encontraban correteando alrededor de la vieja construcción representativa de la “Cruz de Abajo”. “¡eeh, toro, eeh!”; -sí, se trataba de unos niños jugando al toro en la calle con sus trastos y una encornadura de esas que se utilizan para llenarlas de vino. Una estampa añeja, una imagen de "otra época" y lamenté, por un momento, no tener mi cámara de fotos cerca. Con cierta premura me hice con una cámara y pude tomar unas fotos, porque momentos como estos están en vías de extinción y capturar una instantánea como esta en un sitio tan idílico como El Villar y su empedrado tienen un gran valor.
