Hay dos clases de coplas aunque con la misma música.- Unas son exclusivas solo para cantar dentro de la Iglesia; los llamados Misterios del Santo Rosario, que a su vez se dividen en tres: Gozosos, Dolorosos y Gloriosos. Estas se repiten la última estrofa con una cadencia al final. Es un ritmo cuaternario y andante, con un matiz piano, con dulzura y solemnidad.- La última repetición se hace fuerte. Las que se cantaban en la calle eran más populares y aproximadamente 40 coplas.- Cada una tenía asignado su lugar. La coplas de la calle también eran de dos clases.- La primera tiene dos repeticiones.- Primero se hace entera y luego se va a la primera repetición, y a continuación a la segunda; las cadencias son distintas.
Hay un documento fechado 4 de Octubre de 1.796 y escrito a puño y letra de Don Bartolomé Díaz Aldar párroco de El Villar, e insta a los parroquianos a seguir la tradición y asistir al Santo Rosario que se ha de cantar por la mañana al alba recorriendo las calles de la Aldea. Así mismo este cura hace un breve comentario del origen de este cántico que llegó a El Villar siglos antes por un cura castellano que no cita el nombre, y que dicho cántico por sen tan bello y popular, desde allí se irradió a otras poblaciones del entorno de la Aldea.
Consultado hace algunos años con el Maestro de Capilla de la Catedral, Don Herminio Gonzáles, (hombre estudioso y experto en música religiosa) apunta que en efecto este tipo de cánticos por su estilo melódico-rítmico es una pieza de sabor arcaico, tiene su origen en Castilla y que la llegada a El Villar es muy posible que fuese en los últimos tiempos de la Reconquista.
De esta manera contamos con dos realidades fehacientes en la historia de la Aldea.-
La Coplas de Santa Marina y la adopción como patrona tiene su origen en Galicia.
Las Coplas del Santo rosario de por la mañana vinieron de Castilla.
Apuntes de El Villar.
Huelva, 2003. Emilio Gómez Calvo