El pasado domingo 10 de diciembre se celebró El Primer Paseo Cicloturista Zalamea la Real, con la participación de 43 ciclistas. A todas las personas inscritas, con edades comprendidas entre los 6 y los 50 años, se les entregó una mochila, una camiseta y una botella de agua, justo antes de partir en La Plaza del Ayuntamiento.
Alrededor de las 10:20 de la mañana se partió rumbo al Membrillo Alto, haciendo antes un breve recorrido por las calles del pueblo para salir por Las Tres Casas y enlazar con la antigua vía del tren. El carril, a causa de las fuertes lluvias, presentaba un piso bastante irregular, haciendo la práctica del ciclismo un ejercicio bastante arduo; pero que sin embargo, para los más pequeños significó un aliciente bastante llamativo circular con charcos y barro.
A las 11:30 se llegó al Membrillo Alto, y allí en el parque público se procedió a realizar un avituallamiento que repusiera las fuerzas y diera energía para regresar a Zalamea.
Las monitoras deportivas encargadas de organizar el evento, repartieron a cada uno de los participantes un bocadillo y bebidas isotónicas. Reposando en la aldea permanecieron durante casi una hora departiendo entre ellos y disfrutando de una soleada mañana, para posteriormente partir hacia el punto de origen por el mismo recorrido.
Alrededor de las 10:20 de la mañana se partió rumbo al Membrillo Alto, haciendo antes un breve recorrido por las calles del pueblo para salir por Las Tres Casas y enlazar con la antigua vía del tren. El carril, a causa de las fuertes lluvias, presentaba un piso bastante irregular, haciendo la práctica del ciclismo un ejercicio bastante arduo; pero que sin embargo, para los más pequeños significó un aliciente bastante llamativo circular con charcos y barro.
A las 11:30 se llegó al Membrillo Alto, y allí en el parque público se procedió a realizar un avituallamiento que repusiera las fuerzas y diera energía para regresar a Zalamea.
Las monitoras deportivas encargadas de organizar el evento, repartieron a cada uno de los participantes un bocadillo y bebidas isotónicas. Reposando en la aldea permanecieron durante casi una hora departiendo entre ellos y disfrutando de una soleada mañana, para posteriormente partir hacia el punto de origen por el mismo recorrido.