No creía yo que nosotros los zalameños tuviéramos una forma peculiar de hablar al no tener un dejillo, un ceceo como los valverdeños, seseo como los de Sevilla o como en otros sitios que tienen su forma de hablar. Pensaba que nuestra habla pasaba desapercibida. Pero hace unos meses nos pasó a mi sobrina y a mi una anécdota en Sevilla.Nos encontrábamos en el Hospital Virgen del Rocío por un asunto familiar cuando alguien nos preguntó al oírnos hablar que de dónde éramos. La señora nos dijo que su curiosidad era debida a que tenía una vecina de Zalamea la Real que hablaba igual que nosotras.
La verdad es que nos sorprendió bastante y le dijimos que éramos también de Zalamea. Su vecina es Chari Ortega, y después de identificarnos a la señora para que Chari supiera quienes éramos me puse muy contenta porque habían reconocido que éramos de Zalamea por nuestra manera de hablar.
Fina Lancha Domínguez