miércoles, 18 de marzo de 2009

Petición de Juan Romero a la Conferencia Episcopal

La conferencia Episcopal puso el lunes en marcha una campaña de comunicación a favor de la vida que, con el lema “Protege mi vida”, es una contestación abierta y un llamamiento a la conciencia social contra la reforma de la Ley del Aborto que ultima el Gobierno Socialista. “una Ley del Aborto que no proteja el derecho a la vida –sostiene la Conferencia Episcopal- es una ley injusta y que incluso no tiene carácter de ley”. En la foto, la campaña, plasmada en 1.300 vallas, 30.000 carteles para parroquias y ocho millones de dípticos informativos, que durará hasta el día 30 de marzo.

Hasta nosotros se ha dirigido Juan Romero, miembro del grupo “Ecologistas en Acción” y representante de las organizaciones conservacionistas en el Consejo de Participación de Doñana, para publicar en la Otra Mirada el siguiente comunicado pidiendo a la Conferencia Episcopal que retiren la campaña:

Ruego retiren la campaña puesta en marcha recientemente donde comparan la vida de los niño/as con los cachorros del Lince Ibérico, por faltar a la verdad, manipular la realidad y por los daños que van a originar ante la opinión pública para la conservación del esta especie.

Considero que los problemas de conservación de las especies salvajes son una consecuencia humana, originada por las políticas tan nefastas de explotación y saqueo a las que estamos sometiendo al Planeta Tierra.

Considero que esta misma explotación irracional del Planeta está condenando además a millones de personas, niños/as a la más absoluta miseria y degradación de la dignidad humana: hambre, guerras, exterminios…

Por todo ello, insisto y les pido a los Señores Obispos que s ahí donde deberían hacer campaña y dedicar más tiempo a sus misiones pastorales. Campañas que deberían ir contra las guerras que hacen los poderosos y que matan realmente a seres inocentes, campañas que deberían corregir las injusticias sociales y económicas y que son las que son las que realmente fomentan la explotación y mortalidad infantil en el mundo, y las que colateralmente están destruyendo la vida del Planeta o simplemente haciéndola más difícil.

Comparar Linces con niños/as es confundir intencionadamente el atún con el betún, y por eso y en honor a esa verdad que deben profesar los obispos, les pido, humilde y respetuosamente que retiren esa manipuladora campaña por el descrédito al que se van a autosometer ante la opinión pública y por el daño que le van a producir a ese pobre animal, que simplemente es una víctima más, situada en el borde del precipicio y a punto de extinguirse de este maravilloso Planeta, nuestra casa común y la de todos los seres vivos.

Huelva, 17 de marzo 2009

Juan Romero Romero