martes, 4 de diciembre de 2007

Competitividad

Dile a tu jefe lo que realmente piensas de él y la verdad te hará libre. (Patrick Murray)

A raíz de una película española que se estrenó en el Festival de san Sebastián y, no por tener la suerte de estar allí, sino por verlo en la televisión, me vino al recuerdo un juego que hace unos años se hizo muy popular en España, que es “el billar americano”.
En este juego, cuando somos inexpertos, producimos con nuestros bolazos, que la mayoría de las veces caiga al agujero alguna bola que no queríamos que cayera, incluso se empujan entre ellas desordenadamente, haciendo caer a otras al agujero, incluso siendo del mismo equipo.
Quizás este juego sea un reflejo de la sociedad en que vivimos, una sociedad donde a veces la competitividad nos hace caer en un desorden, que incluso empujamos a los de nuestro equipo al abismo.

Entonces esto nos plantearía una pregunta, ¿de quién es la culpa?

De la bola que te empuja, incluso siendo tu compañero de equipo, o del desorden que genera el que tiene el “taco” en la mano.
En nuestra sociedad, cuando el que tiene el “taco” en la mano, no lo sabe utilizar, genera tal desorden que, entre los compañeros nos empujamos unos a otros, generando lo que es hoy por hoy la competitividad brutal que tenemos, sobre todo en el terreno laboral, pero que se extiende a otros campos.
En la vida como en este juego, a veces caes al agujero, pero lo mejor es pensar que son las reglas del juego y cuando nos toque perder, simplemente tomaremos un respiro para jugar la próxima partida, pero con la ventaja de la experiencia adquirida.
Para los que tienen el “taco” en la mano, decirles que aprendan a manejarlo, por que esto repercute en las vidas de los que, al fin y al cabo son sus compañeros de trabajo.
Y para los demás, solo decirles que, a veces, aunque uno empuje sin querer al compañero, antes de caer al agujero, también podemos darle la mano.
Y para algún caso muy extremo ó incluso, puede haber personas que prefieran dejar el equipo, que jugar con las reglas del juego del que tiene el “taco”.

J.M. Cotán